Alpe de Huez y Tourmalet para el Tour de Francia, Mortirolo y Stelvio para el Giro de Italia y Lagos de Covadonga y Anglirú para la Vuelta a España, parejas de altos míticos, gigantes de montaña que durante más de cien años han visto pasar por sus crestas a los mejores corredores de la historia. Ahora Colombia también presenta una pareja de puertos que apunta a sumarse a la historia del ciclismo nacional y mundial: El ya reconocido y mítico Alto de Letras y su recientemente alumbrado gemelo, el Alto del Sifón.
El Alto de Letras en su vertiente desde Mariquita, el puerto de montaña más largo del mundo categorizado por la UCI con sus 80.7 infernales kilómetros y 3187 metros de desnivel, escenario durante más de 50 años de las más grandes batallas de la Vuelta a Colombia, el Clásico RCN y la Vuelta del Tolima.
El puerto rey del ciclismo colombiano, ahora hermanado con otro gigante como Gargantúa y Pantagruel, gracias a la construcción de la vía entre Manizales y Murillo, catalogada como la carretera de más altura sobre el nivel del mar en Colombia alcanzando los 4149 metros y atravesando el Parque Nacional de los Nevados en límites naturales entre los departamentos del Tolima y Caldas.
Es allí donde se enclava el Alto del Sifón, el nuevo desafío del ciclismo colombiano tanto profesional como aficionado y el que asumió nuestro piloto de pruebas en la ruta y Director Comercial, Héctor L. Urrego, quien se le midió a ascender los ya legendarios 89 kilómetros desde Armero Guayabal junto a la Squadra Soferente para entregarnos de primera mano su historia.
“Decidimos subir el Alto del Sifón por dos motivos. El primero es que es la etapa reina de la Vuelta a Colombia y el segundo porque queríamos venir como equipo. En el casi medio siglo de vida de la Revista Mundo Ciclístico hemos aprendido que en el ciclismo y en la vida debes contar con grandes coequiperos que en nuestro caso son las grandes marcas que nos acompañan y nos apoyan.
“Gracias a ellos tuvimos toda la logística de un equipo profesional, nuestro carro acompañante de Localiza Rent A Car que nos trajo desde Bogotá hasta Mariquita donde hicimos la base de operaciones para después ascender desde Armero-Guayabal y en el regreso con bicicletas desde El Sifón. Localiza Rent a Car es el gran gregario del ciclismo colombiano”
“Necesitábamos la mejor ropa para todos los climas que se afrontan en esta subida y gracias a Bioracer tuvimos kits de verano e invierno, chaquetas de lluvia y sobretodo una gran badana. Esa en mi opinión es la clave para coronar el Alto del Sifón desde Armero-Guayabal pues solo la de Bioracer es una badana acondicionada para más de seis horas de duración. Esta fue una prueba en el mundo real con usuarios reales y sin dudas esta es la badana perfecta para una subida de este nivel y duración.”
“La alimentación es algo fundamental que recomendamos preparar previamente para esta ruta. Queríamos lo mejor que pudiéramos encontrar en el mercado y Enervit fue nuestro mejor aliado. Nos entregaron la guía de alimentación para la subida, hora por hora, kilómetro por kilómetro, precarga, geles y barras”.
“Necesitábamos también la mejor protección para la cabeza y los ojos y con CyclingPro encontramos el mejor proveedor de gafas Scicon y cascos Met. Las gafas con lente transparente perfectas para conseguir toda la nitidez posible en un día nublado y el casco de muy buena ventilación para los kilómetros de calor y con Mips para más seguridad”
“Las llantas son otro de los elementos claves para este ascenso y Disandina nos apoyó con las High Road de Maxxis, de 25 y 28 milímetros. No tuvimos ningún pinchazo y sus compuestos nos permitieron subir más rápido de lo que esperábamos”
“Son 85 kilómetros según Strava pero a algunos les da hasta 89 Kms. Es una distancia en la que realmente se llena uno de esa pasión y de ese amor que solo tenemos los ciclistas. La ruta hay que hacerla desde Armero-Guayabal porque finalmente ese es el reto. Subir 89 kilómetros, llegar a 4200 metros de desnivel y escalar más de 4000 metros es algo único y espectacular.”
“El primer ascenso es al Líbano que tiene su historia bacana, allí nació Freddy González que es un gran campeón de nuestro ciclismo que brilló en el Giro de Italia. Luego entramos a Murillo donde uno aprende por las buenas o por las malas que hay que venir entrenado aquí porque las rampas a partir del Líbano son de verdad brutales. El cambio de temperatura ya es absoluto porque se llega a los 3000 metros. Vienes lavado de sudor y humedad de los 800 metros y entras a Murillo entre cafetales donde puedes ver a la gente del campo colombiano recorriendo todavía el camino como si no existiera la carretera, como se recorría hace cien o doscientos años con sus mulas y sus caballos.”
“La parte final desde Murillo ya es la que te lleva al Alto del Sifón que coronamos en equipo, un paraíso lleno de frailejones donde se fabrica toda el agua que se le puede brindar a Colombia entera. En la cumbre es donde volvimos a entender lo que nos hace ciclistas y desde donde invitamos a todos nuestros lectores con este primer capítulo a un Mundo Ciclístico de experiencias en lo más grandes altos de Colombia y el mundo”.
Tomado de: revistamundociclistico.com // Autor: Hector L Urrego B. Director de Mercadeo y ciclista Aficionado encargado del relacionamiento con marcas y prueba de productos.