La hidratación es tan importante como la ingesta de alimentos durante la actividad deportiva. Una leve deshidratación puede provocarnos una baja importante en nuestro rendimiento; si llega a ser severa, podríamos sentir una “pájara” irrecuperable y podríamos correr hasta un riesgo vital.
Debemos tomarnos muy en serio la ingesta de líquidos, no solamente con agua, por ésto hoy traemos unos puntos clave para una correcta hidratación.
Estudios científicos, han probado que al menos con un 2% de deshidratación, ya hay evidencias de una pérdida de rendimiento. En promedio, una persona de 80 Kg pierde 1,5 litros de líquido en 2 horas sin hidratarse correctamente.
Debemos tener mucho cuidado en no caer en la deshidratación, ya que podríamos experimentar:
- Colapso circulatorio
- Golpe de calor
- Mareos
- Dolor de cabeza
Para evitar caer en la deshidratación es importante estar reponiendo líquido a nuestro cuerpo durante el día, en nuestra cotidianidad y más aún cuando realizamos actividad física.
Es recomendable que te hidrates durante la actividad, entre 500 a 700 ML por cada hora (esta cantidad puede variar en base al peso, la intensidad de la actividad o la temperatura)
Esta ingesta deberá hacerse poco a poco cada 10 o 15 minutos y puede variarse entre agua y bebidas isotónicas.
Al sudar no solo perdemos agua de nuestro cuerpo, sino también minerales importantes:
- Sodio
- Potasio
- Magnesio
Y estos debemos reponerlos rápidamente. Ya que el agua no poseé éstos minerales debemos buscar apoyo en otras bebidas ricas en sales, azúcares y carbohidratos que nos ayudarán a no bajar nuestro rendimiento por deshidratación.
En el mercado podrás encontrar bebidas
- Isotónicas: Ricas en carbohidratos, vitaminas y electrolitos.
- Hipotónicas: Ricas en vitaminas y electrolitos (Sin carbohidratos no azúcares)
Recuerda siempre buscar apoyo de un profesional que pueda orientarte con qué tipo de bebidas (según tu metabolismo) puedes hidratarte mejor.